Vampiros Emocionales

Vampiro Emocional: es aquel que deja a sus víctimas emocionalmente drenadas y sin energías (Bernstein, 2012, 2013)

¿Cuántas veces no hemos actuado como vampiros emocionales?, ¿Cuántas veces “bajoneamos” a alguien que viene positivo y con buen ánimo y le chupamos su positivismo, su paz, su tranquilidad, su sonrisa, sus ganas de colaborar, ser “buena papa” y dar de sí, para dejarlo con el ceño fruncido, un problema que no tenía antes, una preocupación, rabia, decepción, desilusión, molestia y/o hasta culpa y tristeza?, ¡En estos días, me he topado con muchos casos, así que, abramos los ojos pues, parece que están aumentando! Aquí algunos ejemplos de la vida real de cómo podemos llegar a actuar (cualquiera de nosotros) sin necesariamente ser vampiros emocionales para que estemos alertas y no caigamos en ello…

Cuando Actuamos como La Suegra Vampira Y yo vomitando horrible y desesperada y ella diciendo: los vómitos en el embarazo son algo que creas con tu mente, así que eres tú quien los está causando, simplemente déjalo de hacer y ya. Cliente, 30 años, Colombia

Cuando Actuamos como La Cuñada Vampira Yo me sentía feliz con mi vestido de seda para la cena del 24 y toda la familia de mi esposo, hasta los hombres, me dijeron: qué divina, super fina, quién te lo regaló, cómo lo consigo y ella sólo me miraba con esos ojos de “mirada matadora”, se levantó y se fue a su cuarto y se encerró. Tuvieron que subir a buscarla para cenar y cuando bajó, le dijo bajito, a la prima que estaba sentada a mi lado, para que sólo yo oyera: Bueno, ¿Y ya averiguaron en qué outlet lo compró? Y se río con risita de burla maliciosa. Cliente, 29 años, México

Cuando Actuamos como el Hermano Vampiro Y, otra vez, me llamó mi hermano que necesitaba plata para la matrícula de mi sobrino, y de boba, como siempre, le presté y ayer cumplió mi mamá, y él, con zapatos nuevos y yo, con la misma camisa de siempre, o sea, no es justo, ¿Por qué siempre caigo? Cliente, Colombia, 38 años

Cuando Actuamos como El Jefe Vampiro ¡Me tiene drenada! Los excelentes resultados del equipo, las felicitaciones de los VPs, y, de las 5.000 palabras del reporte, su feedback fue: “Te faltó una tilde, aquí” Cliente, 33 años, Uruguay

 Cuando Actuamos como La Esposa Vampira Soy fiel, trabajador, cariñoso, sociable, le doy su lugar, soy todo lo que ella me decía que quería en un esposo, hoy le digo que la acompaño, pero que primero tengo que terminar una reunión, me apuro para llegar a tiempo, le cumplo y, llego y, ella me saluda con: “Oye pero tú si no haces nada del todo bien, tu camisa no combina, estás fatal” Cliente, Panamá, 40 años

 Cuando Actuamos como La Amiga Vampira Y yo feliz de ver las sonrisas de todos y todo el mundo diciendo, “todo te quedó divino” y ella, como siempre: “Todo delicioso, lástima que le echaste azúcar y no, miel al aderezo de la ensalada” Cliente, USA, 33 años 

Cuando Actuamos como La Mamá Vampira Me siento feliz con la mamá de Susie, ella se fija en mis cosas buenas, en cambio mi mamá, para ella, nunca soy suficiente, por más que trato de hacer todo perfecto, ella se fija en lo que no logro hacer bien o, como ella quiere. Cliente, Colombia, 15 años

Y, de todos estos, el resultado es el mismo: una veces terminas sintiéndote que eres un bobo iluso por haberte sentido o estado tan feliz (justo antes de toparte con el vampiro), cuando la verdad (como te mostró el vampiro, evidentemente) es que hay tanto en este mundo porqué preocuparte, o, te sientes culpable por tener tanto (porque te han usado descaradamente para pedirte algo y te has dejado porque es que tienes mucho y el vampiro nunca tiene nada porque la vida es mala e injusta con él), otras veces, sientes que no mereces tanto elogio o, tener un sentido de satisfacción por ser tan brillante, generoso, como eres o, por tener las habilidades y logros que tienes y que tanto te ha costado obtener (porque, claramente, el vampiro te mostró que no vales tanto como crees o tus esfuerzos no son válidos), y otras tanto, llega a tocarte tan duro que te sientes mal, verdaderamente mal y loser, por aquellas áreas de mejora o defectos que todos tenemos (como los kilos de más que tengo o, el ser muy emotiva, llorona y sensible) de las que esta persona se burla, señala y expone ante ti o ante todos los que están en el lugar contigo. 

Pero, ¿Por qué pasa esto?, ¿Qué hay detrás? Hay varios factores, entre ellos, los autores y especialistas en el tema mencionan (y lo he comprobado en mi práctica profesional, en mi consulta): un contexto con una mamá perfeccionista, y/o un papá exigente que condiciona su amor a los logros, un sistema social (colegio, religión, gobierno, comunidad o “círculo social” que resaltan e imprimen la creencia: Tienes que ser lo mejor de lo mejor por encima de cualquier cosa o cualquiera, sino, no vales), una personalidad narcisista (Carnevale et al, 2018), baja autoestima, tendencias obsesivas compulsivas, unos episodios traumáticos en la vida, en la crianza, o, en el rol de los padres, que los hicieron desarrollar formas de buscar amor no sanas o, maladaptativas, o simplemente  personas que decidieron ser, o, que se han convertido, por diversas razones, en seres “extremadamente críticos, controladores, narcisistas, o en general, muy negativos y manipuladores” (Bernstein, 2012,) entre otros. 

Además, hay varios tipos, unas veces en los estudios los clasifican en 5 clases, otras veces, en 7, otras más, en 10, algunos son: el narcisista, la víctima, el controlador, “el que no para de hablar de sí mismo y sus asuntos”, la drama queen, entre otros… 

Y, ¿Cómo podemos no convertirnos en vampiros emocionales? EMPODERÁNDONOS, alimentando nuestro autocuidado y autoestima (esto es tarea diaria para mí: todos los días necesitamos ser conscientes y usar por lo menos unos 30 minutos para el autocuidado y el autoestima, darnos nuestros reconocimientos diarios), mirándonos y analizándonos, siendo menos quejones y más buscadores de soluciones a los problemas, teniendo alternativas y propuestas que aporten en las situaciones reto, siendo menos críticos y perfeccionistas, encontrando lo positivo de nuestras vidas y de los otros y reconociéndolos, dándoles su valor y, por último, buscando ayuda profesional, (si es que hemos reconocido que no es que actuemos como vampiros emocionales una que otra vez, que a todos nos puede pasar cuando estamos tristes o desilusionados, si no que muchas veces, más de las que queremos, sentimos envidia o las ganas de bajonear a alguien, o, dañar un plan y mostrar todoooo lo malo y negativo que tiene algo o alguien).

Ahora bien, ¿Cómo podemos blindarnos? Pues depende del tipo de vampiro emocional con el que estés lidiando, pero, en general, algunas estrategias son: 

+ Entender que no estás para complacer a todo el mundo, no eres “monedita de oro” para que te amen, y menos, para que te amen los vampiros narcisistas, perfeccionistas, obsesivos compulsivos, o envidiosos. Haz paz mental y emocional con ellos, ellos tienen su “rollo” emocional y algunos, ni se han dado cuenta de ello, necesitan ayuda profesional para identificarlo y “moverse”. Además, muy importante, esencial: no te embarques en la búsqueda de su aprobación, haz tu parte, sé tú, dando lo mejor de ti, siempre, sí pero no más, si tratas de complacerlos, y buscar su aprobación, ahí naufragarás, seguro que sí, porque para ellos nunca nada ni nadie es suficiente, siempre habrá algo que pudo ser mejor o, puede ser mejor.

+ Sé empático, bueno, amable y comprensivo con los vampiros (sabemos que tienen problemas) pero simpático contigo, es decir: pon tus límites sanos. No te permitas el atropello del vampiro víctima que siempre necesita ayuda y sales tú a ayudarle cual salvador o madre Teresa de Calcuta. Dile no, cuando no puedas o no quieras. Ni te preocupes en herirlo o resentirlo, se le pasará cuando necesite de ti, de nuevo (y, créeme, pasará).

+ Escucha y ten en cuenta al vampiro controlador (generalmente tienen buenas ideas) y agradece su apoyo y guía, siempre. Pero, déjale claro que, así como valoras y agradeces su consejo y/o advertencia, oirás a otros que también son valiosos y que tú, también, tienes tus propias ideas para luego tomar una decisión lo más asertiva y acertada posible.

+ El vampiro “que sólo te contacta o te llama para contarte de sus cosas” evidentemente no le importa sino, su bienestar y ser oído. Si estás ocupado y no puedes escucharlo, dile eso, tal cual, que necesitas ir a atender algún asunto, con tacto, pero sin miedo, no te preocupes que esta persona entenderá y buscará a quién llamar. Si es alguien de tu familia (muy común) y seguro te afecta lo que diga o decida, dile que, la oirás con todo el gusto pero que, a cambio, debe estar dispuesta a interrumpirle de vez en cuando, para comunicarle tu opinión, si no, pues no.

+ La “Drama Queen”, siente realmente que el mundo es una amenaza constante para su ser, y que le pasa de todo lo malo que puede pasar a ella nada más, y que todo es un problemón, no es mentira, no es exageración, para ella o él (el “Drama King”, los hay, sí son pocos, pero sí, existen) es así, es su percepción real, y aquí, otra vez, la estrategia: empatiza pero, no simpatices, no te “metas” en el dolor, y eso sí dile, algo así: "terrible todo lo que te pasa, y entiendo tu dolor, pero bueno, la vida sigue, hay que echar pa’ lante y disfrutar los momentos de felicidad que tenemos, porque la vida es muy corta y no vale la pena que nos quedemos en estos detalles terribles, que además, todo tiene solución en esta vida, así no sea la solución que más queramos, pero se resuelve. No lo olvides, vive la vida, que es 1.”

*Jassel Arzuza es Psicóloga, Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia Emocional. 

Puedes visitar su webpage en www.jasselarzuza.com para conocer más de ella y seguirla en IG @jasselarzuza para tips en inteligencia emocional. 

Fuentes Bibliográficas en el Tema

Bernstein, A.J. (2012). Dealing with people who drain you dry. New York, NY: McGraw-Hill.

Bernstein, A.J. (2013) Emotional vampires at work: Dealing with bosses and coworkers who drain you dry. New York, NY: McGraw-Hill.

Carnevale, Joel & Huang, Lei & Harms, Peter, 2018. "Speaking up to the “emotional vampire”: A conservation of resources perspective," Journal of Business Research, Elsevier, vol. 91(C), pages 48-59.

Molina X. Vampiros emocionales: 7 personalidades que roban tu bienestar emocional. Psicología Social y Relaciones Personales. Psicología y Mente https://psicologiaymente.com/social/vampiros-emocionales-personalidades

Orloff, Judith, 2011. The 5 kinds of emotional vampires you could encounter. The drama queen, the victim, the constant talker, and more. Psychology Today.

Echeburúa, E., Amor, Pedro J. Memoria traumática: estrategias de afrontamiento adaptativas e inadaptativas. Terapia Psicológica, vol. 37, No. 1, Santiago, abril, 2019.Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48082019000100071

Goleman, Daniel. Emotional inteliigence: why it can matter more than IQ. New York: Bantam Books, 1995. 

Nelsen, J., Lott, L. & Glenn, S. (2008). Disciplina Positiva de la A a la Z: 1001 soluciones para los problemas cotidianos en la educación de los hijos. Barcelona: Medici.

Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

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