Cómo Blindar tu Mente del Coronavirus
Llevo 3 meses contigo, casi desde que comenzamos la cuarentena,
y puedo decir que, definitivamente, esta estrategia de la autoconversación
y consignas cognitivas es de las que me ha cambiado mi vida y ha
permitido que no "tire la toalla" con este coronavirus.
Cliente, Ejecutivo Empresario, 30 años, Colombia
Las investigaciones han encontrado que,
aproximadamente en el día nos autoconversamos, pensamos y/o nos decimos unas
25.000 a 50.000 palabras al día (Davies, 2019). Ahora bien, nuestra memoria
emocional de la cual se encarga el sistema límbico del cerebro,
específicamente, la amígdala, está diseñada para usar la mayor parte en
recordarnos aquello que nos hace daño, o, nos amenaza nuestro bienestar y así
poder defendernos cada vez que estemos susceptibles a un ataque parecido, igual
o relacionado.
Esto sucede porque durante
situaciones altamente emocionales, el cerebro segrega una super producción de
adrenalina que facilita la retención de la información quedando impresa en
nuestro ser (Kaplan, 2016). Por esto, aproximadamente el 70% de nuestras
autoconversaciones son negativas y otras, hasta autodestructivas. Ellas
permanecen en nuestra mente para mantenernos alerta ante cualquier situación
intimidante y son parte de la razón por la cual, hoy, hay 264 millones de
personas que sufren trastornos de ansiedad en el mundo (OMS, 2017).
Con el coronavirus, y sus consecuencias:
todos los cambios, las restricciones y los retos que estamos vivenciando, estas
autoconversaciones están aumentando considerablemente hasta en el más optimista,
así que, no te sientas mal si los has sufrido o se mantienen estos pensamientos
negativos en tu mente vagando y andas “rumiando”.
Eso sí, es importante saber que,
siempre hay excepciones, hasta en el funcionamiento de nuestros cerebros. Es
por ello que, hay aproximadamente un 30% de personas que nacen con un mecanismo
adaptativo que naturalmente los blinda de autoconversaciones negativas: tienen la
capacidad de olvidar las situaciones desagradables y recordar las positivas
(Echeberúa, 2019).
Como todo en la vida, tanto un énfasis mayor de memoria emocional en lo negativo como uno positivo, tiene sus pro y sus contras, el
asunto es desarrollar nuestra inteligencia emocional y aprender estrategias
de afrontamiento adaptativos que nos permitan mantener nuestro cuerpo en
bienestar y no cargado de neuroenzimas (como la adrenalina y el cortisol) que
se liberan al tener pensamientos negativos y que, al estar fluyendo
tiempo de más en nuestro cuerpo, nos impiden la sensación de calma y
sensatez que requerimos para tomar decisiones asertivas y acciones acertadas
y salir adelante en tiempos de crisis como éste.
Compartiré contigo algunas de esas
estrategias que puedes practicar tú solo, en casa. Como siempre digo, si puedes
contar con apoyo psicológico profesional con el que acompañar tu psicoeducación
en inteligencia emocional, sería lo adecuado, pero si no puedes, estas
estrategias te pueden ayudar.
ALEJAMIENTO DE PERSONAS TÓXICAS
Las emociones se contagian, eso es un
hecho comprobado científicamente
con numerosas investigaciones y publicado desde 1994 por Hatfield, Cacioppo y
Rapson. Por ello, hay que rodearse de las personas que nos contagien aquello
que queremos nos contagien. En este caso específico, las personas que
habría que evitar, serían las personas que constantemente, palabras más,
palabras menos, están diciendo: “esto está cada vez peor y no veo cómo vamos a
salir de ésta”.
FOCALIZACIÓN EN SITUACIONES ACTUALES
POSITIVAS
Sí, tal vez alrededor “la cosa esté
dura”, tal vez, para nosotros esté siendo difícil, nadie está diciendo que lo
niegues, que lo ignores, que mires a un lado. Pero siempre hay cosas que
agradecer y/o personas con las que se cuenta y lo aprecian y aman a uno. Poner
el foco en ellas, genera la liberación de enzimas de placer que necesitamos
para equilibrar un mal día o varios malos días. No es vivir en una burbuja
o un palacio de mentiras, pero tampoco dejar de ver lo bueno que hay dentro de
esta situación reto.
DISEÑO DE PROYECTOS POSIBLES A CORTO,
MEDIANO O LARGO PLAZO
No debemos dejar de soñar pues, en el momento en que dejamos de soñar, perdemos
gran parte del impulso que nos levanta cada día. Y, una parte de la
felicidad de un día está en mantener nuestra mente en el diseño y plan de esos
sueños, metas o proyectos. También esa creación y pronosticación mental de
proyectos genera la liberación de enzimas de placer. Es hora de ponerte a
trabajar en ese sueño, mantener tu mente ocupada en un futuro brillante y
positivo. Por ello, no se vale despreciarlo o demeritarlo porque “es que esta
crisis…”. Está prohibido ese pensamiento. Si sucede o no el proyecto, eso es
otra historia, recuerda que el propósito primero es usarlo como estrategia
adaptativa al estrés, miedo, o, ansiedad del coronavirus.
FUNDAMENTAR TU RESILIENCIA E INGENIO EN
TU HISTORIA Y LA DE LA HUMANIDAD
Proponte el “autoconversarte”
diariamente por lo menos 3 veces en el día lo siguiente:
"Si los seres humanos hemos combatido
tragedias que han afectado a millones de personas en el pasado y hemos salido
adelante y hemos aprendido y nos hemos adaptado y ajustado y, hoy, somos
mejores, entonces, de ésta, con ACCIÓN y BONDAD generando BONDAD, saldremos, también."
"Si yo he pasado por tanto y he podido,
me he levantado y aquí estoy, entonces, de ésta también saldré. Yo puedo,
confío en mis capacidades, talento, ingenio y resiliencia. Tengo fé y esperanza
en mí y en la humanidad, ACTUARÉ para adaptarme, aprender, aportar, cosechar y construir este presente y futuro mejor, haré CÍRCULOS VIRTUOSOS y usaré mi talento y know how para ser parte de la SOLUCIÓN."
*Jassel Arzuza es Psicóloga, Master en
Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia Emocional.
Lleva más de 10 años en su consultorio con
formato online.
Puedes visitar su webpage en www.jasselarzuza.com para conocer más de ella y seguirla en IG @jasselarzuza para tips
en inteligencia emocional.
Fuentes Bibliográficas
Sobre la Ansiedad - OMS (2017)Día
Mundial de la Salud Mental 2017 – La salud mental en el lugar de trabajo.
Recuperado de: https://www.who.int/mental_health/es/
Bonanno, G. A. & Mancini, A. D. (2012). Beyond
resilience and ptsd: Mapping the heterogeneity of responses to potential
trauma. Psychological Trauma: Theory, Research,
Practice, and Policy, 4, 74-83. doi:10.1037/a0017829
Brooks, R. & Goldstein, S. (2004).
El poder de la resiliencia. Cómo lograr el equilibrio, la seguridad y la fuerza
interior necesarios para vivir en paz. Barcelona, España: Paidós.
Davies, Emily. (2019). Meditación:
atención plena para que los principiantes aumenten la confianza (elimine la
depresión de su vida). Babelcube, Inc.
Echeburúa, E., Amor, Pedro J. Memoria
traumática: estrategias de afrontamiento adaptativas e inadaptativas. Terapia
Psicológica, vol. 37, No. 1, Santiago, abril, 2019.Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48082019000100071
Goleman, Daniel. Emotional inteliigence: why it can
matter more than IQ. New York: Bantam Books, 1995.
Hatfield, Elaine, Cacioppo, John T., Rapson,
Richard. (1994). Emotional contagion. Cambridge. Cambridge University Press.
Kaplan, R. L., Levine, L. J., Lench, H. C. &
Safer, M. A. (2016). Forgetting feelings: Opposite biases in reports of the
intensity of past emotion and mood. Emotion,
16, 309-319. doi:10.1037/emo0000127
Comentarios
Publicar un comentario