La Felicidad: Resignificar Tu Vida en Cuarentena


Nunca se me había ocurrido buscar a un psicólogo, nunca he creído en eso, es para locos, pensaba y siempre he pensado que yo sola puedo resolver mis problemas y hasta hace unos meses, así era. Pero ya siento que estoy “stuck”, preocupada, queriendo estar en otro lugar, afanada por no estar aquí, pero teniendo que estar, en fin, no sé qué hacer.
Paula, 37 años, Colombia

Paula, es una de las 5 personas que, desde el Reino Unido, España, U.S.A y Colombia me han contactado entre el 15 de Mayo y el 13 de Junio por el mismo sentimiento, la misma idea: “estoy dándome cuenta de que donde estoy en mi vida, ya no quiero estar y me siento fuera de lugar con personas que creía mis amigos, con mi trabajo, con mis metas, con mi día a día, ¿Qué hago?”

En estos meses, he recibido mensajes y llamadas de personas que nunca habían contemplado en su vida participar de un trabajo terapéutico o de desarrollo personal y laboral, y, mucho menos, online. A estas personas les ha costado demasiado decidirse por invertir en su vida emocional y, digo demasiado, porque ya les “pasó la factura” el negarse esa inversión: unos dejaron de dormir bien, otros, se han peleado con familiares y amigos (unos ya se arreglaron, otros, están felices de no tener que volver a hablarles, eso sí, se disculparon por las ofensas pero quedaron en ser más conocidos y ya no amigos), uno de ellos ya inició proceso de divorcio (aunque estamos revisando si en verdad es lo que quiere o, hay algo más que trabajar ahí en él y en la relación), casi todos estaban comiendo mal y a deshoras, todos vivían molestos e irritables por lo menos un 50% de su día, y tres de ellos, (por alguna razón, todos hombres) habían bajado su productividad en el trabajo, y claro, estaban preocupados por el riesgo que esto suponía.

Algo que todos ellos tienen en común es que hoy, ya entienden que un trabajo en salud mental y emocional es AUTOCUIDADO, es lo mínimo, lo básico, para poder tener la armonía y el mejor-estar. Pero, se habían dejado ganar por tabúes, por desinformación, por miedos a ser tildados de locos, y por, simplemente, el común-estar de hoy en día que a todos nos pasa o nos ha pasado alguna vez: estar tan distraídos de su vida y llenos de la rutina diaria, de la vida de otros, de las redes sociales, de las salidas, de las modas y de ocupaciones de ocio que, se olvidaron de las preguntas esenciales sobre ellos mismos, sobre su vida, y,  dejaron para después, una tarea muy importante, tal vez la más importante de la vida de una persona, que, ahora en estos días de cuarentena, ven que necesitan retomar.

Desafortunadamente, o, afortunadamente (todo depende de cómo lo mires) esta cuarentena ha impulsado a muchos, y, en mi consulta, por lo menos a estas 5 personas, en este último mes, que oscilan en edades que van desde la más joven, una joven bella con un gran corazón de 13 años pero con un grupo de amigas bastante tóxico e influyente en ella (bastante común a esta edad), hasta la mayor, una señora de 75 años muy apegada a sus creencias y hábitos (para no decir terriblemente terca), a buscar ayuda profesional para redireccionar el sentido de su vida y sentirse FELIZ y pleno.

Y es que, sin distractores, la vida vuelve a lo esencial.  

De hecho, Paula, me preguntó hace poco qué entendía yo por resignificar y le contesté: es lo que resulta de haber hecho la pausa donde decidiste reajustar acciones e ideas que hacías y tenías por seguir creencias y metas que ya no tienes.

Y, en eso estamos muchos: en modo resignificando, y con esta situación particular que era impensable hace unos meses, es NORMAL. Así que, tranquilo, si en estos momentos te encuentras inquieto, preocupado, fuera de lugar, incómodo, no queriendo estar o hacer cosas que antes disfrutaba y ahora, no tanto, no te preocupes, eso sí: OCÚPATE, busca la ayuda profesional para revisar qué quieres y puedes cambiar, qué quieres que siga ahí contigo, qué necesitas SOLTAR, a quién quieres tener más tiempo en tu vida, a quién poco, a quién no, y a quién invitar a que haga parte de tu vida. Esto te hará ser más FELIZ.

Este es el momento, no hay excusas externas que no te permitan tomarte esta pausa para revisarte, reorganizarte, reestructurarte, y tomar decisiones. Si, como le ha pasado a dos de mis clientes, resulta que estás dejando de vivir tu vida, de gozar lo que tienes, de gozar a tu pareja, a tus hijos, de disfrutar lo bonito de tu oficio o tu trabajo (sí, no todo lo que uno hace en su trabajo es chévere, pero enfocarnos en lo que sí lo es, hace una gran diferencia en nuestro bienestar y mindset), de hacer de tu hoy algo gratificante y productivo por no aceptarlo tal como es y andar queriendo vivir la vida de tu vecino (creyendo que está mejor que la tuya, aunque luego te des cuenta de que no es así) o, estar en el futuro que te has planteado (donde tienes más dinero, recursos, status, o estás con otras personas que están en otra ciudad o lugar, etc.), preocupado por eso que quieres que llegue y crees que llegará pero que aún no llega y que no sabes si llegará, o, cómo llegará, entonces, definitivamente, el trabajo es SOLTAR el idealismo, la situación ideal, perfecta que quisieras, pero que no tienes y que lo que hace es que te causa ansiedad sin necesidad y VIVIR TU VIDA A PLENITUD ser consciente de lo que tienes, gozártelo, AGRADECERLO, vivir en MINDFULNESS y hacer un plan que te lleve a lograr lo que tú quieres pero en un tiempo real y, lo más importante, sin dejar de vivir tu hoy, feliz.

Si, tu caso es como el de los otros tres, que vivían en estado ZOMBIE, adormecidos: siguiendo y cumpliendo metas que ni siquiera quieren por andar complaciendo a la mamá, el papá y a la “sociedad”, seguir saliendo con “amigos” con los que ni siquiera podían mostrarse cómo eran, ni opinar libremente, con los que pocas cosas compartían o tenían en común porque eran amigos del colegio pero cada quien ya tiene diferentes formas de pensar,o, seguir en un matrimonio que, puede ser que más que amor, sea costumbre, o, miedo a quedar solo, entonces, el trabajo es SOLTAR las creencias, las costumbres, el estado cómodo que se tenía pero que se volvió el amigo del estancamiento, desespero, inquietud y frustración que hoy sufres y empezar a tomar las decisiones y acciones conducentes a la coherencia de lo que piensas, sientes y quieres en tu vida. El trabajo es hacer un plan muy detallado y concreto, un paso a paso para ir desconectándote gradualmente de lo que ya NO TIENE SENTIDO PARA TI HOY, e incorporar a las personas, actividades y cosas que sí tienen para ti significado en tu forma de ver la vida, hoy.

Que, ojo, como la vida es dinámica, y somos seres dinámicos, lo usual es que lo que hoy pensamos que es adecuado para nosotros, en 10 años, ya no sea relevante ni práctico en tu vida y, eso es inteligencia emocional: tener el autoconocimiento que te permite saber quién eres, dónde estás, cómo estás, y, consecuentemente, tomar las acciones para ti y tu ambiente y los que te rodean y que te llevan a lograr el autocuidado que requieres y la armonía con los que quieres y están en tu vida a nivel familiar, laboral, social.

Tener inteligencia emocional, y más concretamente en esta cuarentena, es, vivir cada día con la mente y el corazón prendido de las palabras de José Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias, si no las salvo a ellas, no me salvo yo”.

*Nombre cambiado

**Jassel Arzuza es Psicóloga, Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia Emocional.

Puedes visitar su webpage en www.jasselarzuza.com para conocer más de ella y seguirla en IG @jasselarzuza para tips en inteligencia emocional.

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