De Cómo Lograr el Éxito en Crisis y PostCrisis


Dos soldados van al campo de batalla.
Ninguno sabe qué tan preparado está su adversario.
Ninguno conoce a ciencia cierta la estrategia y habilidades de su adversario.
Ninguno, ni ellos ni su adversario, controla la favorabilidad del viento al disparar 
ni sabe con seguridad absoluta si habrá lluvia, sol o nieve.
Pero, uno de los dos soldados lleva un arma, fue entrenado para la batalla,
conoce el terreno, conoce sus propios puntos débiles 
y sus fortalezas y el otro, no.
¿Cuál crees que tendrá más chance de sobrevivir?



Algunos de mis clientes, empleados de empresas, han sido contratados por haberse entrenado y haber estudiado en la academia las estrategias y herramientas en momentos de presión para sacar adelante su área de trabajo. 

Otros, como mi esposo, en el desarrollo de su profesión y en el crecimiento de sus habilidades en el campo, se han ido especializando en tomar productos y servicios en problemas y crisis y son exitosos en ello (sí, otra de mis “rarezas” en el ejercicio de mi trabajo: con mi esposo también trabajo como apoyo cuando él me consulta sus situaciones laborales y pide mis conocimientos y recomendaciones profesionales, sí, fue difícil al principio en su “mindset” el recurrir a mi trabajo siendo su esposa, pero, con el tiempo, los resultados efectivos en su trabajo, hablaron más alto que cualquier creencia tradicional o tabú limitante al respecto y, como él goza de inteligencia práctica, dejó a un lado las creencias y se fue por los resultados, así que me consulta cada tanto).

Sin embargo, una cantidad gruesa de mis clientes son empresarios, algunos jóvenes, otros con más años y experiencia, otros emprendedores y otros empleados de medianas o grandes empresas que me consultan en estas últimas semanas porque no tienen las competencias en emociones o, porque han visto que sus creencias actúan como enemigas de su mente y de sus emociones bajo presión, o porque reconocen que les falta conocimiento, o herramientas o, metodología para actuar con éxito en estos tiempos de crisis y postcrisis, ya sea para conservar su empresa viva y ofreciendo nuevos servicios y productos, para sacar adelante su emprendimiento con ideas novedosas adaptadas a las necesidades post-crisis, o, ya sea para mantenerse como un colaborador valioso en la empresa para la que trabajan. 

Que quede claro: Hay una gran cantidad de libros y gurús en el tema a los que acudir, yo, de ninguna manera podría afirmar que soy un gurú, es que ni cerca estoy, pero, sí que le ha servido a mis clientes lo que hemos trabajado de estrategias, de inteligencia emocional, de cambio de creencias y de crecimiento personal y laboral en nuestras sesiones, y para mí eso basta para considerarlo como algo valioso. 

Por eso, decidí compartir algunas de mis estrategias usadas con mis clientes, con la intención de que les pueda servir en éste, un tan duro momento para todos en el mundo. Aquí están:

1.Tener claro y bien pensados tus objetivos principales y secundarios al diseñar tu propuesta o empresa. Saber cuál sería la situación ideal, todos los beneficios y bondades que obtendrían si se cumple tu propuesta con éxito. Tener claro, con ello, también, cuáles serían los aprovechamientos, ya no en lo ideal si no, en una realidad con obstáculos posibles y en la práctica. Tener claro, que, en los escenarios reales, algunas veces, y en algunas situaciones, tus objetivos secundarios tendrán que dejarse de lado y no lograrse, por obtener el objetivo principal. Y, por último, hacer paz con esa realidad, entender que son varias las renuncias a las que algunas veces tendrás que ceder por obtener el bien mayor.

2.Cambiar el “mindset”, la mentalidad, postura, o, actitud de alarmismo, miedo o, enfoque vaso medio vacío en la fase de “brainstorming” o lluvia de ideas de tu propuesta o proyecto.

3.Identificar y ser consciente de la existencia del “contagio emocional” entre los seres humanos y evitar el relacionamiento con personas con un “mindset” derrotista o negativo y evitarlas en la primera fase de tu plan, es decir en el “brainstorming”.

4.Luego de escribir todas tus ideas de la tormenta de ideas inicial, escuchar a las personas del “mindset” tipo enemigo de los riesgos, o del NO a tu proyecto o idea, es decir, de los que tienen la tendencia actitudinal de “sólo moverse” en lo seguro y en lo controlable. Tomar nota de sus opiniones y recomendaciones e identificar en lo que dicen cuáles son los riesgos reales de tu proyecto o idea (definitivamente aquí sí que recomiendo el acompañamiento de un profesional) para no caer en el error de subestimarlos, ya sea porque estés en la actitud o, postura de soñador idealista o, por caer en la soberbia y orgullo. En cambio, ser inteligente y práctico y sí incluirlos en la fórmula de tu plan para que sea un plan más objetivo y viable. 

5.Tener claro que, por más de que trates de darle solución a todos los retos, dificultades y/o riesgos de tu proyecto, que busques ayuda profesional para cada área de riesgo, no todo lo vas a poder controlar por más que así lo quieras o, por más que te lo estés creyendo ingenuamente, pues los hechos son contundentes, sin importar tu deseo u opinión: hay una gran proporción de nuestra realidad que no controlamos

6.SOLTAR todo aquello que no puedes controlar y tener ese “aquello” bien clarito. 

7.Sólo “meterte a jugártela” en el proyecto o empresa si, en el peor de los escenarios el daño que puedas sufrir sea reversible o, por lo menos, no ponga en gran peligro tu forma de vida y la de tu familia y que sepas y estés dispuesto y preparado para sufrir las consecuencias del fracaso de tu plan (si es que ocurre) por un tiempo (si eso pasa, también recomiendo fuertemente el acompañamiento de un profesional que te apoye). Que luego de hacer todos los análisis de escenarios posibles, puedas sostener este diálogo en tu mente: “Sí, si lo hago, tal vez será difícil, pero, no saldrá nadie herido de gravedad, o, por hechos que lamentar y no me será imposible arrancar de nuevo y salir de ésa.” 

8.Muy importante en la consecución de tu meta, recuerda que: no hay nada más importante que la VIDA, no hay nada más importante que la SALUD mental, emocional, espiritual y física. No importa cuánto dinero logres, o, cuanto reconocimiento social y laboral logres, si el esfuerzo por sacar adelante tu idea, enferma a tu mente y/o a tu cuerpo, de nada habrá servido tu trabajo, no podrás disfrutarlo a cabalidad ni en tiempo ni en forma.

9.Tener claro lo que sí puedes controlar. Desarrollar tus estrategias de manera completa y al detalle en tu plan, teniendo en cuenta todo lo que sí puedes hacer y, de verdad llevarlo a cabo para que no te falte nada en tu fórmula.

10.Hacer el plan teniendo claro que no hay plan infalible. Ojo que no es pensar que “fijo” este plan va a fallar, y “meterte” esa idea en tu autoconversación negativa, pero, tampoco pasarte al optimismo absurdo y dañino tipo Disney, y, aclaro, como he dicho varias veces, amo las películas de Disney, me las disfruto totalmente, pero tengo claro que son ideales, películas hechas con el corazón y el deseo pero que, sólo el deseo combinado con un hada madrina o un ser extraordinario que me ayuden a resolver mi crisis, no es suficiente en la vida real, sólo lo es en la perfecta pantalla. Queda claro que, en la vida real, necesitas manejar en tu mente la idea y el saber que sí va a haber tropezones y que tendrás que tomar correctivos, realizar ajustes y adaptarte a lo que funcione mejor para el desarrollo de tu idea. Que tendrás que tomar acciones que no te gusten mucho pero que lo haga viable, aun cuando, no haya estado dentro de tu maravilloso plan. Tienes que estar dispuesto a cambiar lo que haya que cambiar para que funcione, hacer lo que haya que hacer para que sea real. Claro, siempre que no involucre tus principios profundos o, que tengas que ejercer acciones que te hagan sentirte mal contigo mismo. Eso, no.

11.Tener claro que sólo fracasas en el proyecto si ni siquiera te permitiste soñarlo, pensarlo, planearlo y/o intentarlo pues ya te etiquetaste como no capacitado y le dijiste a tu cerebro: no vas a poder. 

Los visionarios y pioneros son los que han posibilitado el mundo artificial en el que hoy vivimos, con estas comodidades y realidades insospechadas y juzgadas como absurdas e imposibles en su tiempo. Ha sido creado e ingeniado por seres humanos con inteligencia, tenacidad, sueños, metas, con perseverancia y constancia, que han trabajado arduamente para lograrlo y que no se vencieron fácilmente ni a la primera crisis ni a la primera crítica. 

Tal vez, tu proyecto no resulte tal cual como esperas en términos financieros o en tu ideal, o, tal vez, y ojalá, resulte que sí lo sea.También puede suceder que no resulte siendo la super idea, “wow”, que cambiará al mundo y tú no termines siendo el gran pionero o visionario de la historia y con reconocimiento social mundial. 

Sin embargo, tendrás la satisfacción y la seguridad de haber hecho todo lo que estaba en tus manos, dentro de los riesgos aceptables que decidiste pasar, para que tu idea o proyecto fuera un éxito, que te diste la oportunidad de creer en ti y te probaste a ti mismo que tú sí puedes y ése es el mayor ÉXITO para tu salud mental, para tu autoestima e inteligencia emocional y social, desde lo laboral, que puede haber al decidir afrontar una crisis, iniciar un emprendimiento, o, desarrollar una idea o visión.

Te deseo buen viento y buena mar.

**Jassel Arzuza es Psicóloga, Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia Emocional. Puedes visitar su webpage en www.jasselarzuza.com para conocer más de ella y seguirla en IG @jasselarzuza para tips en inteligencia emocional.

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