Tengo 30 y, sin novia. Tengo 40 y, ni “tinieblo” tengo. ¿Qué me Pasa?
Fresco, si ésta también es tu
preocupación, respira que no eres el único o la única a la que le da vueltas la
cabeza por esto. Para que te hagas a una idea, por ejemplo, en Colombia, en
Bogotá, representas entre el 45.1% y el 31.8% de la población. *
De hecho, desde la década pasada, entre
los profesionales de la salud física, mental, social y emocional (psicólogos,
médicos, psiquiatras, antropólogos, trabajadores sociales y sociólogos) ya se viene
hablando de una “tendencia mundial” entre los jóvenes adultos de todo el mundo,
sí, porque es la misma pregunta que se hacen desde Asia hasta Norteamérica. Y
sí, puedo dar fé de la cantidad de personas que se sienten tristes, solas y
perturbadas por esta cuestión: de mis
consultas semanales, el 56.7% de las citas guardan relación con este tema.
Por ello, viendo la importancia del
tema y el manejo inadecuado que está llevando a tantos jóvenes adultos a tomar
decisiones y actitudes que les está aumentando
la ansiedad a niveles no sanos y que no les está resolviendo la
preocupación, aquí les comparto algunas herramientas cognitivas, conductuales y
actitudinales que les puede ayudar a gestionar este sentimiento de manera
apropiada.
En otras palabras, les paso algunas COSAS QUE (en mi práctica con mis
clientes) he comprobado que, SÍ SIRVEN.
Ser Real y Flexible – De lo primero que pregunto a mis clientes: ¿Qué
buscas, esperas, quieres, deseas en una pareja? Y vamos eliminando todas esas “arandelas”
que resultan secundarias en una relación madura y adulta pero que, en el mundo
Disney, Hollywood-like, que a veces persiste en nuestras mentes de 30 y 40
años, es “indispensable”. Un ejemplo de mi experiencia: para mí, que soy super
musical y bailadora, si mi pareja no sabía bailar era imposible llegar a algo
serio. Hoy, estoy casada con un hombre “sin oído”, “con 2 pies izquierdos”
(como dice él) pero con otras virtudes que valoro mucho más (hasta varias
clases de salsa y baile ha tomado, cosa que valoro aún más en él). Entendí que
tenía que ser más real y podía revisar mis expectativas de pareja y eliminar
las no básicas porque, al final, no hay nadie perfecto, empezando por mí.
Dejar el Miedo y las Creencias “Abuelísticas” – Muchos de mis clientes vienen con la idea
preconcebida de la sociedad, reforzada con las creencias familiares de la época
de la abuela y las cantaletas de amigos y familia, de que “a esta edad ya deberías
tener por lo menos novia”. Realmente, a esta edad (30 y 40) lo que los estudios
en el tema afirman es que, deberías estar viviendo experiencias que te permitan
conocerte mejor (para aumentar tu autoestima, tu asertividad y tu amor a ti),
que te ayuden a estabilizarte económicamente, que te posibiliten tener y
ampliar tu conocimiento de la vida, de las personas y del mundo (viajar,
estudiar, trabajar fuera de tu ciudad de origen) y, de quién eres, qué quieres
y para dónde vas. Así, sí que podrás distinguir, entre muchas opciones, a ese
alguien que te acompañe y acompañes en el camino de la vida.
Ámate
– Suena fácil, ES DIFÍCIL. Sí, porque nadie nos lo enseña, ni en casa, ni en la
escuela, al contrario, la costumbre es enseñar a “darnos duro”, “darnos látigo”
por no poder llenar las “super” expectativas que nos “meten” en la cabeza que
debemos ser y tener. Lo MÁS IMPORTANTE
PARA COMPARTIR Y/O VIVIR EN PAREJA: EL AMOR PROPIO, NO NOS LO ENSEÑAN. Esa
es una realidad ineludible y desafortunada. Y, es la herramienta que más falta
a la mayoría de las personas que he atendido en el tema. De este asunto puedo
hablar mucho, compartir todas las técnicas, herramientas y teorías, pero,
realmente, como todo en psicología y desarrollo humano, eres tú quien decide
iniciar ese viaje al autoamor. En todo caso, te comparto lo básico:
a. Conócete, encuentra tus fortalezas y
áreas de oportunidad,
b. Quítale el peso al qué dirán, las
creencias de la sociedad, los “deber ser” y dale más peso a lo que aprendes,
vives y sientes, y,
c. Sé abierto a situaciones (incluyendo
el contratar sitios web para encontrar pareja, eso sí cuidándote y respetándote),
gente y culturas aunque sean distintas a la tuya, y ve quedándote con lo que te brinde estructura y un marco de
referencia de valores y principios sobre el cual alimentar tu autoestima, tus
metas, tus sueños, al igual que, el tipo de personas con las que decidas
relacionarte (por aquello totalmente cierto de que, el que anda con la miel,
algo se le pega, o, en términos científicos, el contagio emocional de los
amigos y la familia).
Y, por último, lo esencial: no pierdas la fé, la esperanza ni en ti, ni
en que no eres merecedor de una pareja para ti porque no eres lo suficientemente
bueno o buena, ni en que no la vas a encontrar nunca.
Nada de esos pensamientos
autodestructivos es cierto, tengo casos de parejas felices que se conocieron a
los 60 años, parejas que se casaron jóvenes, se divorciaron, se casaron con
otros y se reencontraron y son felices, mujeres que se casaron a los 20, se
divorciaron y ahora es que se están conociendo y están iniciando, a los 40,
nuevas relaciones realmente maduras, felices y profundas, hombres con 30 y 40
años que se dan cuenta de que necesitan primero un acompañamiento en desarrollo
personal, inteligencia emocional o psicología porque la han “embarrado” con
mujeres maravillosas pero ellos no estaban listos, y, así… cada quien tiene su
historia y no porque unos encuentren el amor más rápido que otros, son una
norma o la verdad absoluta.
Haz tu vida, vívela a cabalidad, respetando al otro, pon
tus límites y metas y ve ajustándolos en el camino que, no hay una regla para
todos, tal como no hay una medida de zapato universal.
*Jassel Arzuza es Psicóloga, Master en
Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia
Emocional.
Puedes visitar su webpage en www.jasselarzuza.com para conocer más de ella y seguirla en IG @jasselarzuza para tips
en inteligencia emocional.
*Fuente Consultada
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