Involuciona a la Era Pre-Humana: No Juzgues

Cada vez que escucho que una persona le dice a otra: “ay, no, qué feo que digas eso, no debes juzgar” es exactamente esto lo que escucho: “oye, tú, involuciona a la era pre-humana”.

Pero no, no creas que eso es de siempre, oh no… siendo bautizada en iglesia católica y habiendo estudiado en un colegio católico, evidentemente, pasé muchos, muchos años flagelándome por juzgar y tener prejuicios y pidiendo a Dios que me hiciera una persona buena porque eso de hacer juicios era del otro bando y ahí, claramente, no quería ni quiero estar.

No fue hasta que empecé a estudiar psicología y luego, con el master de psicobiología y neurociencias que COMPRENDÍ que, CIENTÍFICAMENTE, pedirle a un ser humano promedio que no juzgue, es pedirle al manzano que de peras, o, pedirle peras al olmo. Y, me liberé de esa culpa irracional.

Sí, es irracional porque es ANTINATURAL.

Una de las capacidades cognitivas considerada de las más altas de los seres humanos por su utilidad en el desarrollo de las civilizaciones y en el crecimiento de las sociedades es la capacidad de discernimiento y de juicio crítico. Es una de las que nos ha llevado a observar el mundo y a nosotros para mejorarnos.

Cuando juzgamos estamos observando desde nuestro marco de referencia: creencias, experiencias anteriores, costumbres de nuestra familia y de la sociedad en la que crecimos para hacer conjeturas y decidir cómo actuar para obtener los mejores resultados para nuestro bienestar o, mejor-estar y/o, sobrevivir.

El problema es la creencia que cognitivamente se forma en nuestro cerebro: Creemos que nuestro marco de referencia es la única forma de vida, la única realidad, la verdad absoluta y todo lo que no se ajuste a ello, nos da un red flag.

Es así como, el prejuicio se ha convertido en nuestra forma primaria de información para estar en defensa o no. Es lo que nos avisa, nos alerta que eso DIFERENTE, NUEVO, o, que en el pasado nos ha hecho daño, nos amenaza ahora mismo y hay que estar prevenido y listo para atacar o huir. O bien, nos dice que es inofensivo, que es campo seguro y que todo saldrá bien.

Por eso, es muy útil y se ha mantenido en nuestro sistema neuropsicológico. Sin embargo, no todo lo diferente es malo, no todo el/la o lo que nos hizo daño en el pasado, nos lo volverá a hacer y, especialmente, no todo lo que no esté en mi marco de referencia es una amenaza.

Entonces, ¿Qué es lo adecuado?

1. Tener claro que nuestra capacidad de hacer juicios es parte de nuestro sistema de defensa neuropsicológico: es lo que nos permite comprender que muy posiblemente estamos frente una amenaza psicológica o física proveniente de una persona, animal o situación ambiental y es el juicio lo que nos permite desarrollar estrategias de solución INTELIGENTES previas al “encontrón”.

2. Hacer paz con ello: sí, sé que voy a juzgar, que voy a hacer un prejuicio. Y no flagelarme por mis juicios y prejuicios.

3. Saber que cada vez que hago un juicio o prejuicio no es  verdad absoluta. Que es el resultado de mis creencias, experiencias anteriores e información que tenga de algo o alguien pero que, no necesariamente mi juicio está actualizado o corresponde exactamente con la situación vivida.

4. Reforzar el punto 3 recordando este ejemplo de la vida real: una amiga de infancia que te hizo bully te la encuentras ya en tus 30, y enseguida le pones la etiqueta de “la bully que me va a venir a hacer daño de nuevo” y ya le pones mala cara y le vas a decir un “poco de cosas” pero resulta que, te sorprendes porque tu prejuicio no se cumple, ella cambió y lo primero que hace cuando te ve es pedirte perdón por el mal rato que te hizo pasar y terminan “muertas de la risa” como si fueran las íntimas amigas del colegio.

Así que, cuando veas juzgando a alguien o a algo, y no estés de acuerdo con su juicio, por favor, no le digas que no juzgue. 

Dile: es válida tu forma de verlo pero, tu juicio puede estar desactualizado, tenlo ahí, en el back of your mind, para que no te quedes vulnerable y te coja de sorpresa, pero, dale el chance, a lo mejor la cosa sale mejor de lo que esperas.


*Jassel Arzuza es Psicóloga, Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia Emocional. 
Puedes visitar su webpage en www.jasselarzuza.com para conocer más de ella y seguirla en IG @jasselarzuza para tips en inteligencia emocional.


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